Elizabeth Estévez fue encontrada sin vida en su apartamento por su hija de 12 años tras regresar de la escuela.
El cuerpo presentaba señales de maltrato, lo que llevó a sospechar de un feminicidio, con la expareja de la mujer como principal sospechoso.
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de Carabobo está a cargo de la investigación del caso.
La puerta del apartamento de Elizabeth Estévez sonó con frecuencia sin que alguien respondiera desde el interior. La mujer era buscada por su propia hija, una menor de solo 12 años de edad, quien había regresado de clases y esperaba que su progenitora le abriera la puerta para descansar de una jornada de estudios.
Pero nadie le abría. Entonces, motivada por la ansiedad y el presentimiento de que algo ocurría, la menor tomó la decisión de forzar una ventana e ingresar a la vivienda a la fuerza, encontrando una terrorífica escena desprendiéndose desde su propia casa.
Al entrar a la casa vio manchas de sangre y, en el interior de un cuarto, yacía el cuerpo de su propia madre, Elizabeth Estévez, quien había fallecido algunas horas antes y en su cuerpo se evidenciaban claras señales de maltrato.
Desalentada y profundamente asustada, la menor llamó al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de Carabobo (Venezuela), lugar donde ocurrieron los hechos, y de inmediato las autoridades procedieron a la apertura de la investigación correspondiente.
Se considera entre las primeras versiones un feminicidio que correspondería a un caso pasional, pues el principal sospechoso sería la expareja de la mujer, un músico de profesión.