De la fantasía japonesa al cuento chino: la historia de Geraldine
La diseñadora e ilustradora barranquillera Geraldine Fernández quedó en el ojo público tras haber dicho que había participado en la película El niño y la garza del magistral Hayao Miyazaki, ganadora del Globo de Oro. Sin embargo, en redes sociales desmintieron su historia.
Cual si fuera una adaptación de ‘La estafa maestra’, o ya que se acerca Carnaval de la famosa ‘Barriga de trapo’, Barranquilla y el mundo se conmocionaron con la historia de Geraldine Fernández, una diseñadora gráfica e ilustradora de la ciudad que dijo haber participado en la más reciente película ganadora del Globo de Oro, El niño y la garza.
Que sí. Que no trabajó. Que era ‘embuste’. Entre cielo y tierra no hay nada oculto y con las redes sociales menos. Luego que diferentes medios de comunicación la hubieran entrevistado para conocer la supuesta proeza, los amantes del animé y Studio Ghibli pusieron al descubierto las inconsistencias de Fernández.
“Fueron tres días que viajé a Japón, firme el contrato, conocí el estudio y conocí a Hayao Miyazaki, todo el mundo le decía que yo era colombiana, traté unas palabras con él, súper bien, excelente persona y a partir de ahí empezó todo”, dijo la barranquillera antes que todo se desmoronara.
Fue tendencia mundial. X (antes Twitter) se llenó de memes y cada frase de Geraldine era refutada. Incluso, su conferencia con la Universidad Sergio Arboleda, dictada en octubre pasado, sobre su experiencia en Ghibli fue parodiada.
Cuando ya la mentira no se sostenía más, la barranquillera empezó a recular.
“Muchas de las cosas sí fueron exageradas, yo las exageré, pero yo trabajé para Studio Ghibli un par de escenas, yo realicé un contrato freelance, en el cual me llamaban solo para trabajar en algunas piezas o en algunas escenas”, dice todavía sin aceptar que todo ha sido mentira.
Las críticas llegaron al culmen cuando la empresa donde trabaja la barranquillera, descubrió que los supuestos certificados redactados en japonés que ella adjuntó como evidencia de su participación en la película eran falsos y correspondían en realidad a cursos de cerámica.
¿Qué dice ahora?
Sobre todo lo que ha surgido Geraldine Fernández aún sostiene su versión. “Después de las entrevistas, después de la llamada y todo eso, realicé la publicación donde aparece pues el agradecimiento de Christian Daes y una vez salió eso varias personas comentaron.
“Sé quién es la persona que comenzó todo. Es un excolega de la universidad que se puso a decir que todo lo que yo había dicho y había hecho era falso y empezó a regar el cuento y a comentarle a todo el mundo que todo era completamente falso y claramente muchas personas le respondieron y ahí fue donde comenzó todo. Él (su excolega) fue provocando y regando la bola”, manifestó.
De igual manera sigue insistiendo en que “en total aparezco como en unas tres o cuatro escenas, pero no completas sino con ciertas piezas. Hice parte de ese grupo de escenas, es decir, que si al minuto 5 aparece una escena que dura 20 segundos, yo hice parte de algunas ilustraciones de esa escena, ya sea con paisaje, con diseño de interior, con el personaje o con alguna estructura”.
¿Qué dicen los expertos?
AL DÍA consultó a dos psicólogas que dieron su punto de vista sobre este suceso y cuál sería una ruta para salvaguardar su salud mental después de episodios como estos.
Inicialmente, la psicóloga clínica María Paula Peña explicó que sin haber tenido un diálogo con Geraldine Fernández es complicado saber a ciencia cierta lo que pueda pasar por su cabeza en una situación como estas, pero que sí se puede saber que hay una baja percepción de las consecuencias que traen los actos.
“Hay personas que fueron educadas tal vez en contextos muy complacientes, donde no se identifican las consecuencias de los actos y pues posiblemente esta persona dejó escalar toda esta situación porque pensó que nada iba a pasar y cada acto trae su consecuencia y su reacción, como en este caso está haciendo todo el ciberbullying que está recibiendo, todo lo que está ocurriendo ahorita”.
De igual forma, Peña explicó que este episodio podría estar relacionado con la mitomanía “esa sensación de seguir mintiendo, seguir mintiendo, de tener la necesidad de estar mintiendo constantemente en diferentes contextos. Sin embargo, habría que revisar si esto solo ha ocurrido en esta situación que se enteró todo el país o en diferentes contextos también”.
Por otro lado, sobre la ruta que se debe seguir a nivel psicológico en estos casos la magíster en Psiconeuropsiquiatría, María Eugenia Sarmiento, indicó a AL DÍA que es necesario hacerle entender que la mentira no trae nada bueno, que siempre todo lo oculto siempre sale a la luz.
“Debemos de saberle dar manejo a esto y respetar la condición de cada persona”.
“Acá es muy importante que sus allegados, familia, amigos estén en contacto y estén cerca identificando señales de alerta. Ya a ella todo el mundo externo se le está yendo encima, le están haciendo bullying y pues es importante contar con una red de apoyo”, agregó María Paula Peña.